Antes de empezar a buscar tu nuevo hogar, es muy importante que tengas claro cuál es tu presupuesto. En Internet hay muchas herramientas que te pueden ayudar, pero lo mejor es que te dejes asesorar por un profesional, al menos en este primer punto, que es clave. Porque el presupuesto definirá en gran parte todo tu proceso de compra; y no acertar el desde el principio puede hacer que este proceso se haga demasiado largo y pesado.
Si tienes curiosidad y quieres hacer unos números rápidos mientras lees este artículo, lo más fácil es calcular el 35% del dinero que entra cada mes dentro de la unidad familiar. Ésto te dirá, muy aproximadamente, la cuota máxima de hipoteca que puedes asumir. Por ejemplo, con una cuota de 600 €/mes a 30 años, y sin aportar entrada, podrías llegar a comprar un inmueble de 140.000 €. Esta es una simulación muy general. Un experto acotará mucho más los números a tu caso particular, y te informará también de todos los gastos vinculados a la compraventa que seguramente desconoces.
Una vez tengas claro hasta dónde puedes llegar económicamente, el siguiente paso es poner sobre el papel el tipo de vivienda que estás buscando. Puedes hacer una lista que incluya lo imprescindible, y también lo deseable; dos conceptos muy diferentes. Algunas preguntas que te puedes hacer son: las habitaciones mínimas que necesitas (contando con las perspectivas de crecimiento de tu unidad familiar), la ubicación, la distancia con el trabajo, la proximidad con servicios y comercios, los equipamientos como el garaje o el ascensor ...
Ahora sí, con el presupuesto y las características bien definidos, es el momento de salir a descubrir el mercado! Busca, mira y, sobre todo, visita! Hay muchos compradores que sólo visitan aquellos inmuebles que los enamoran a primera vista... Nosotros te diremos que no descartes nada que pueda entrar dentro de tus preferencias, porque a veces las fotos engañan. Y sobre todo porque, cuánto más veas, más consciente serás de la realidad del mercado, y más fácil te será identificar en un futuro la vivienda de tus sueños.
Por último, dos pinceladas más: si no conoces el barrio y la zona, date la oportunidad de descubrirlo, visitándolo y disfrutando de su oferta de servicios y comercios. Y si la compra no es urgente, no tengas prisa; pero nunca te pares, porque el mercado es muy cambiante y puede implicar volver a iniciar todo el proceso desde cero.